20 noviembre 2025
La gestión de expatriados en Argentina exige un enfoque técnico y una correcta determinación de la residencia fiscal del empleado internacional. Un error en esta evaluación puede derivar en multas, ajustes impositivos y contingencias en las retenciones que debe practicar la empresa. Para los equipos de RR.HH., Finanzas y Legales, comprender el marco fiscal aplicable es esencial para evitar riesgos tanto para la organización como para el empleado trasladado.
Cuando un expatriado permanece más de seis meses en el país, es considerado residente fiscal argentino. En ese caso, la empresa debe actuar como agente de retención sobre la totalidad de las remuneraciones, independientemente del lugar de pago (Argentina o exterior).
Esto aplica para expatriados que cuentan con una residencia inferior a cinco años por razones laborales comprobadas, lo que implica que deben tributar por todas sus rentas de fuente argentina.
Además, es indispensable evaluar beneficios en dinero o en especie —como vivienda, mudanza, colegio, seguros médicos o viáticos— ya que muchos de ellos constituyen ganancia gravada. Su correcta imputación es clave para evitar ajustes en futuras auditorías o fiscalizaciones.
Las cargas de familia solo pueden deducirse cuando las personas a cargo cumplen también con el requisito de residencia mayor a seis meses en Argentina. La falta de este requisito impide aplicar la deducción, lo que puede generar diferencias e inconsistencias en las liquidaciones mensuales.
Incluso cuando un expatriado no resulte alcanzado por el Impuesto sobre los Bienes Personales, la normativa prevé una obligación adicional:
Si el empleado registró ingresos brutos anuales superiores a $150.000.000, queda obligado a presentar una declaración informativa patrimonial (según RG AFIP 4003/2017). Este punto suele pasar desapercibido y puede generar incumplimientos involuntarios.
La movilidad internacional requiere analizar caso por caso para determinar si el empleado debe tributar como Residente, Beneficiario del Exterior o No Residente. La clasificación incorrecta impacta en el Net Pay, en el costo laboral del empleador y en el cumplimiento impositivo.
Si su empresa necesita revisar su política de Gross-up, su esquema de beneficios o su proceso de retenciones para personal inbound o outbound, un asesoramiento adecuado permite minimizar riesgos y garantizar cumplimiento.

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